...Y si muero,
quiero que me arrebate del intento
el abrigo de tu cuerpo,
las fibras de tu esencia,
el respirar de tu recuerdo.
Y estando indiferente,
se deslice la caricia de tus manos
y el amanecer de tu corazón sobre mi ser,
cuando fundidos en alma
nos hundiremos en el mar de nuestro idilio;
y no existirán distancias
ni miedos,
ni tristeza,
ni cielo borrascoso
que separen nuestras vidas.
Estaremos llenos
de esplendorosa armonía,
colmados de amor,
envueltos de luz
y en inseparable cercanía.
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