Todavía está impregnado en mi piel
el sabor de tu boca,
el calor de tu cuerpo
que con ardor me quemaba
y encendía la fogata de mis noches.
Todavía, todavía sigue vigente,
tu sonrisa
que en idilio me enamoraba,
tu cuerpo en flor
que en poesía suspiraba.
Espero tu venida
deshojando día a día
-sí, día a día-,
la gardenia de tu amor,
que como jardinero sembré
y en fiel cultivo
lo conservo en mi corazón,
esperando tu regreso.
Yo el jardinero,espero tu regreso para seguirte cultivando con amor. Un abrazo y gracias por sus visitas
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