Cariño, que de extrañar, ansía el interior.
Con la presencia de una estrella
sientes que echas de menos,
porque no percibes el rocío en tu playa
o no llega el rayo de luz a tu ventana.
Cariño, que de extrañar,
pretende el sentimiento del amor;
que acaricia sin pliegues la esencia
y está en la magia que envuelve
lo irreal con lo real.
Cariño, que de extrañar,
entra en la cueva de la sin razón
para vivir ese momento en la razón…
y olvidar que extraña.
Cuando se extraña al ser amado tienes esa ansiedad interior y deseas sentirla....Un abrazo afectuoso deseando lo mejor éste año que viene y agradecido de su lectura....José Gerardo..
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