Es tu entrega interminable
la caricia de tu alma,
donde mora mi anhelo irrazonable,
el sentimiento que a mares compartes
y nada cuestionable.
Eres, mi bella dama,
la dosis perfecta de amor de toda ocasión,
la pradera inconmensurable
donde con tu cabellera alborotada
eres furia y fuego que enciende mi pasión.
Es tu espacio donde estalla mi planeta
creando la bella fusión en tu alma despierta.
Amor de entrega interminable,
desorden ordenado y agudo
en tu hermosa puesta de sol.
Tu respirar arranca mi emoción
y secuestra al paralelo
-sin regreso ni rescate-
mi mente y mi corazón,
que se vuelca en un instante
en los labios de tu vida.
¡Es tu entrega!
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