Hoy, mi alma tirita de frío,
días imprecisos de turbia niebla.
Hoy mi abrigo se fue abajo el río,
no tiene olor el aroma de mi ser,
hay algo que lo nubla.
Escapa de mí el refugio que se alza,
el nido donde descansa.
Hoy, tirita mi esencia,
mi pluma escribe en apariencia.
Añora mi ser la bienquerencia
que le da a mi corazón
el torrente de cadencia
y seguir alzando el vuelo,
a pesar del dolor y del desvelo
Hoy, mi bosque se vislumbra seco,
quiere la conexión con el cielo
y así lo divino haga eco.
Que se esfume el sin latir del desconsuelo
porque sé que hay un mejor mañana...
Detrás del vuelo
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