Vivo en tu isla
que en melodías y sueños se refleja,
en la que el tiempo se detiene y no hay ocaso,
solo la puesta de sol en toda su maravilla,
que convierte la noche en luz y tu vida en mi villa.
Eres amor latente que alimenta mi alma
sin tiempo ni medida.
Vivo embriagado de tu amor,
amor que lentamente recorre mis venas,
que es savia de mis rimas
y revive la aurora de mis riberas.
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