LLORO TU PARTIDA

Sentí mucha tristeza con tu partida.
Solloza mi corazón con gran congoja.
Verte allí postrada con tu traje de madera
que con matiz brillante
enmarcaba tu cuerpo.
Cuerpo que con olor fragante
disfruté en la vorágine de tu amor
y ahora, reposa en la inmortalidad,
y que con ese espíritu de diosa
le abanicaban por doquier que pasaba.
Ese espíritu complaciente
 que inspiraba los mejores versos en la aldea;
aldea que te ofrecía
la mejor sonrisa, 
cual niña traviesa.

Ahora que te veo con tu cara inocente.
Me ruedan las lágrimas 
al ver tu mejor actuación
y saber que bajara el telón
para jamás volver a subir.

Mi corazón no deja de aplaudirte
ni deja de reconocer
que has sido la mejor maestra
que la vida me brindó.

Desde aquí…
donde quiera que subas a escena,
tendrás el mejor aplauso
que nadie te brinde,
porque sigues siendo y serás…
Mi admirada amada.