Repiquetea el teléfono...
Ahí, escuchándolo estoy.
Me produce taquicardia ese llamado.
¡Es del Patrón Celestial!,
aún no Jefe (todavía no terminó con mi encargo).
Escuchó su voz sin levantar el auricular, diciendo:
-No importa que no hayas terminando,
te di mucho tiempo para que lo concluyeras.
Pero, esta bien,
te concedo un día más para que alcances tu propósito.
Dime, ¿qué harás en tan corto tiempo?
-¡Bueno! Sacaré mi corazón y lo cortaré en trozos
para que lo guarden en ese cofre espiritual.
Ese cofre que nos has regalado
y que con inteligencia nunca supe abrir.
Pero, cuando permitiste sabiduría abrió sin llave.
Daré sin cortapisas,
el trémulo de emociones vívidas en mi corta vida.
Dejaré mi mano para que la tomen
cuando sientan debilidad,
mi palabra para cuando sientan desfallecer
y mis ojos para cuando quieran proteger.
¡ Eso, eso haré!
¡Gracias Patrón! por darme este día
para lograr, lo que en mi corta vida no logré.
Quiero estar "LIGERO DE EQUIPAJE" para el día que tenga que partir al viaje sin retorno, un abrazo.
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