Reconforta mucho el barrer mi alma.
Alma que empolvada,
a diferencia de lo abandonado,
guarda ese polvo tan sutil como el viento
y al barrerlo se brinda tal cual...
polvo sin olor y sin tiempo
porque el tiempo ahí yace,
sin vigencia ni espacio.
Está ahí en todo momento,
atento a cuando quieran removerlo,
y reconforta el alma
cuando se hace limpieza a esa historia.
Historia que desempolvada
hace emerger en el ambiente espiritual
ese polvo... sin olor y sin tiempo.
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