Tengo necesidad de ti,
del verde de tu jardín,
de la rima de tus versos,
del claro de tu mirar.
Hoy he llorado
porque el verde de tu jardín,
porque la rima de tus versos,
porque el claro de tu mirar
no se encuentran en mi existir.
Y ante eso… ¡Tengo necesidad de ti!
Si pudiera arrancarle a mi corazón,
el néctar de amor que lleva dentro
y entregarlo para empapar el tuyo,
te colmaría del más dulce caramelo
que jamás hubiese probado tu alma.
Se estremecería tu cuerpo
por los atardeceres con gozo,
de esos corazones enredados de esperanza.
Estás en mi silencio,
enquistada en el monólogo íntimo,
alma y corazón juntos, unidos.
Jugueteas en la pradera del espacio
y das vida en completo sigilo,
con esa calma que no omites disimular.
Estás en el estanque del que bebe mi existencia.
Entras en mí, dando el compás al poema escrito,
divinamente trazado en mi secreto de amor.
Estás en mi silencio, que ligado al tuyo,
conduce al brillante sueño del amor.
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