el abrigo de tu fuente,
la calma de tu alma,
como el aire que te toma
en sus brazos impaciente.
Soy
el aliento en tus vacíos,
tus calores y amoríos,
el andar de tu camino,
la lluvia que te baña
cuando tus pensamientos adivino.
Soy
tu respirar cada mañana,
el perfume de tu esencia
cuando quito tu vestido
y me regalas tu inocencia.
Soy
el brillo que te aceita
cuando escondes tu belleza,
en la noche que se aquieta
y es tu aroma lo que inquieta
arrebata y embelesa.
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