Hoy siento que expira mi corazón,
se extingue de a poco
el latido y su ilusión,
renunció a seguirle queriendo,
a aquel su amor loco.
Se ha ido por la vereda
su esperanza,
su canción,
la misma que lo enreda
en las ansias y desilusión.
Guarda de ese amor su abrazo,
lo conserva en el sembradío
de su pradera y su regazo,
en medio del destierro,
en medio de su hastío.
Hoy se siente herido,
se acobarda,
late muy despacio;
ahora que su amor ha perdido
le cayó en primavera el invierno,
desconoció la estación
y con ella,
llegó el olvido...
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