He bebido de tus noches
la caricia de la luna
y lo intenso de tu brillo.
Son las estrellas
tan cercanas,
el misterio de tu embrujo,
el destiempo del pasado.
Mujer de mis adentros
expectante de silencios,
donde entro con fervor
en el limbo de tu amor.
Da de tu ribera
el sabor de tu misterio,
donde sólo sea tu magia
pinceladas de rubor
y entre en mí el deseo,
para que seas mi escondite
y tu figura sea el toque
del color de mi jardín.