El viento me hizo rodar, alejándome de ti.
Flor herida -por una hoja desprendida-,
que la lluvia y el sol casi marchitaron tu pétalo caído,
te busqué por doquier. ¡Te busqué !
Crucé ríos, rodé por veredas,
subí montañas para encontrar tu esencia
que en prosa se convirtió.
Arropado por el frío, mutilado en el otoño,
triste y cabizbajo jamás claudiqué.
Cansado, me soñé abrazado
al cáliz de tu amor... y realidad se volvió.
Así rodé, corazón que me das vida.
¡Te encontré, mujer!
Amor de poesía, que eres mi inspiración.
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