Mujer que con el puño en alto
enarbolas la libertad que en ti vive.
Brechas transitadas
y colinas en pendiente
fueron tu fuente de lucha.
Arpa que estacionada,
como estatua en el mar,
evoca las más dulces notas
y con delicadeza te envuelve
en velo de sinceridad.
Plasmada en tu voluntad,
con arrebatos de franqueza,
soportas firme y erguida
los embates que te da la vida
al querer dejar de ser su prisionera
y volar como las águilas,
en completa libertad,
sin la esclavitud opresora
de tu espacio y de tu cuerpo
para así proclamarte...
¡Mujer de libertad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario