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24 febrero, 2015

LLUVIA



Cae la lluvia que sin pestañear arremete. 
¡Lluvia bendita que das vigor a mi amor perenne!,
escucho las gotas caer sobre mi ventana,
alegrando mis pupilas 
salpicadas de su transparencia
con un rostro dulce 
que embriaga mis sentidos 
y desnuda mi alma 
ávida de libertad.

Tierra con olor a lluvia, 
que entrelazadas hacen 
la mancuerna perfecta del amor dormido 
que da vida, a esa, a esa flor sedienta.

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