Son tus manos
la caricia más divina que da vida.
En mi agotadora travesía
mágica sensación inconfesable.
Es mi desierto
donde te vuelves sombra
y desbordas el manantial
de agua fresca
que se lleva mi zozobra
Son tus manos,
el silencio que me da la calma
y el valle donde cabalga mi amor
encadenado con tu alma.
Senderos encendidos
en una noche oscura
con ilusiones nuevas de locura
y carentes de sueños fallidos.
Son tus manos,
las que en vuelo perfecto
toman mi espíritu liviano
y, asomando tu alma apasionada,
me conecto.
¡Son, tus manos!
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