Como ráfaga de viento irrumpiste en mi vida.
Te posesionaste quedo, muy quedo en mi acento,
en el cofre que protege mi guarida
Grito tu querencia y adoro tu inocencia.
Mujer, amor de calma y cómplice de mi pasión,
acércame a tu alma para que acompasada
te reflejes en mí y en mi mirada,
sin separarnos jamás como almas enamoradas.
Aspiro tu amor tan solo con verte
y florece mi jardín con el aroma de tu flor.
Eres tú, ráfaga de viento y eterna alborada.
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