Y qué importa
que no te tenga,
si aún en la lejanía,
te abrazo
en mis noches;
me haces feliz
tan sólo
con pensarte;
por ti,
amo todo
lo que veo;
no existe
momento
en que falte
tu esencia.
Y que importa
que no te tenga,
si tu risa
es mi poesía;
si cada vez
que respiro
eres mi auxilio.
Y que importa
que no te tenga,
si al fin y al cabo,
tu esencia
es presencia;
y no eres un sueño;
porque te amo,
si ser tu dueño...
QUIERO QUE ME DEVUELVAN
LA RAZÓN DE LA LUCHA
QUE SE PERDIÓ
EN EL CAMINO DE LA CORRUPCIÓN
Y EN EL INTRÍNSECO VOLCÁN
QUE SIN ARDER SE SECÓ...
Insinuabas,
en el trasfondo
de tu magia,
la explosión
de tu fuego
y sus vertientes;
el movimiento
desnudo
de tu zaguán
que cada noche,
estaba abierto,
de par en par...
Encontramos,
sin encontrar,
el ángulo
que triangula
la razón
de la vida,
el vivir
de lo alcanzado,
y la razón
del seguir...
Siempre,
me dejaba llevar
por el sentir;
tenías
la magia final,
de un latido
enamorado...
Jamás olvides,
la maravilla
de nuestros amaneceres,
ni la esperanza
de nuestro mundo...
¡ Me encanta !
el verde
esperanza
de tu rostro;
la nota
pausada
de tu alma,
y el repiqueteo
brillante,
de tu corazón...
La poesía
de tu cuerpo,
nobleza
de tu alma,
enaltece
la libertad
de tu raíz...
Siempre,
indomable,
siempre brisa,
sin desconsuelo;
¡ libre!, libre
como el verso...
Aunque nadie me leyera,
bien valen la pena
los momentos de locura,
cuando escribo..
Tu remedio
era yo,
mi remedio
eras tú;
así, sin polilla,
fuimos,
remedio mutuo...
Contigo,
linda mujer,
el verso brilla,
la flor renace,
el lirio del agua danza,
el año
se vuelve minutos;
el tiempo se dilata,
el soñar se convierte
en realidad...
¡Contigo!
¡ Te conocí
"pasajeramente"!;
en intensa
disposición,
decidí arriesgar
mi libertad,
mi corazón,
mi vida...
amor pasajero.
Son
tus letras
escritas,
el rostro
de tu alma;
en una mañana
de verano...
Tarde
de colores,
colgada
de delicia;
cuerpos
excitados
alimentan
nuestro ego...
Eran mis manos,
las que desnudas
de estrellas,
asomaban el cielo
de tu cuerpo...
Eran
nuestros
adentros,
que con
armonioso
cuidado,
tocaban
la claridad
despierta
de nuestros
deseos...
Es el viento
de tu recuerdo,
el que
de largo pasa
sin posarse
en mi ventana...
Llegaste,
y en un instante
me besaste
el alma;
le arrebataste
la inocencia
de sentir...
Soy, "un mucho ",
loco a ratos;
otros ratos,
me distraigo
disfrutando
de la vida;
en otros,
me boto
de la risa
y, en otros,
trato de aclarar
las cosas,
cuando de a poco
van mal...
No fuimos
el estar, el compartir;
no fuimos
ese ir y venir
de la presencia;
somos,
lo que hemos
podido imaginar,
sin ausencia,
sin firmar pactos,
sólo nuestra esencia...
Fue
mi corazón herido
el remanso
de tu recuerdo,
donde
deteniendo el vuelo,
mordí tus labios
y baje tu cielo...
Abrazo el calor
de tus ojos,
de tus enojos,
el berrinche
de tus noches
con reproches,
que se amalgaman
con el ramillete
de tus besos
perfumados,
entregados
nuestras noches
de placer...
De pronto,
como la ola
llegaste;
sedujiste
la arena, que
en mi playa
reposaba...
¿ Acaso,
eres el diálogo,
que da respiro
a mis versos ?
¿ Acaso,
tu mirada,
inconscientemente
se mete en
la rima de mi vida ?
Si no fuera el caso,
¡ dame de tu mañana
y envuelve mi vivir
en la ciencia
de tu existencia !
Solo por que existes,
mi verbo se anida
en tu poesía;
secreto de sueños
rozan tu vida,
donde pactan
tu esencia
con la mía...
Saboreo,
el agua
de tu manantial,
crece mi sed
por la avidez
de mi mundo
delirante...
Llegaste,
y en un instante
me besaste
el alma;
le arrebataste
la inocencia
de sentir...